El lifting de muslos para mejorar el contorno corporal

El lifting de muslos es un procedimiento quirúrgico dirigido a mejorar la forma y firmeza de las piernas. Con la tracción de la piel de esta zona, tanto en sentido medial como superior, se consigue darle más tersura y, así, elevar el tejido descolgado de muslos y nalgas, mejorando notablemente el contorno corporal.

Las principales razones para someterse a una operación de lifting de muslos son mejorar el contorno corporal en personas que consideran que la piel de sus muslos está descolgada; corregir una reducción en el volumen de las piernas y muslos tras una pérdida importante de peso; y usar vestimenta que, por motivos profesionales o estéticos, resulta incómoda.

El lifting de muslos está indicado para mujeres y hombres mayores de 40 años, aunque también hay jóvenes que, por genética, tienen una flacidez importante en la cara interna de los muslos. Asimismo, esta operación se dirige a personas que han sufrido una pérdida sustancial de peso, que no gozan de una buena calidad de la piel o que tienen una predisposición genética. En ocasiones,  se combina con una lipoescultura para eliminar el exceso de grasa acumulada.

En qué consiste el lifting de muslos

La realización de la tracción de la piel de la pierna y del muslo dependerá de la anatomía de cada paciente y de las recomendaciones personales del cirujano. La incisión puede ser solo en la cara interna del muslo, en el pliegue inguinal o llevarla hasta el pliegue glúteo. A veces, en lifting combinado de glúteo y muslos, se practica una incisión circular.

La operación dura en torno a dos o tres horas y requiere de anestesia general. Las incisiones serán proporcionales a la cantidad de piel sobrante para minimizar en todo lo posible la cicatriz y su visibilidad. En la mayoría de los casos, se realiza una liposucción previa para facilitar la tracción de la piel y eliminar sobrante. Finalmente, se cosen las incisiones realizadas, cerrando la herida con una sutura enterrada. Después se vendan las piernas y se deja un drenaje durante dos o tres días para conseguir una correcta cicatrización.

El postoperatorio

Tras la intervención, el paciente se sentirá algo cansado y molesto durante unos días. Por eso, se recomienda pasarlos en reposo en la cama sin someter a tensión las suturas. En los siguientes días se retirarán los vendajes y drenajes y el cirujano plástico aconsejará qué tipo de medias emplear.

Las sensaciones extrañas y la hinchazón en la piel disminuirán en tres semanas. Si existen molestias y dolores serán tratados con medicación. Respecto a las cicatrices, se quedarán endurecidas y rosas al menos durante seis semanas. Luego, progresivamente se irán atenuando hasta hacerse muy poco evidentes.

Este post ha sido elaborado con la colaboración de la Dra. Ainhoa Placer, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora y vocal de Comunicación y Redes Sociales de la SECPRE.

Fuente: secpre.org

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