Una cirugía íntima o vaginal es el conjunto de intervenciones plásticas o estéticas que pueden llevarse a cabo en la zona genital de la mujer.
Actualmente, existe un gran interés por resaltar los atributos sexuales externos. Y, en el ámbito femenino, este interés ya no se centra solo en la remodelación de los senos y del contorno corporal, sino también en los genitales externos.
»Una cirugía íntima o vaginal es el conjunto de intervenciones plásticas o estéticas que pueden llevarse a cabo en la zona genital de la mujer. Al principio parecía que estas intervenciones estaban limitadas a personas con incontinencia urinaria y a mujeres con tejidos deteriorados como consecuencia de haber tenido varios partos. Hoy, sin embargo, superados los primeros tabúes, a esos motivos también se suman otros meramente estéticos. Por ejemplo, una mujer que simplemente desea que sus labios sean simétricos», explica el doctor Pierre Nicolau, especialista en cirugía plástica y medicina estética.
Las causas de esto se deben principalmente a dos elementos: la generalización de la depilación integral, que deja al descubierto toda la anatomía y hace que los labios menores queden más visibles, lo que lleva a las mujeres a querer pasar por el quirófano para reducir su tamaño; y el cambio de mentalidad de la sociedad española, que es hoy menos conservadora que en el pasado.
En este sentido, entre las mujeres existe una multitud de tratamientos para la zona íntima, cada uno para corregir o remodelar un aspecto distinto. El doctor Nicolau nos cuenta cuáles son.
1. Labioplastia. Es el tratamiento más solicitado por las mujeres. Cuando el crecimiento desmesurado de los labios menores dificulta las relaciones sexuales o una micción correcta, puede solucionarse pasando por el quirófano.
2. Aumento del volumen de los labios mayores. Al igual que con el pubis, con los años puede presentarse una reducción de la grasa en esta zona. El relleno lo soluciona.
3. Lipoescultura del pubis. La grasa tiende a acumularse o desaparecer de determinadas zonas con los años. Al igual que en otras zonas del cuerpo, la lipoescultura quita de donde sobra y rellena donde es necesario.
4. Clitoriplastia. Consiste en una reducción del clítoris. El clítoris aumenta de tamaño con la edad (no es solo lo que se ve exteriormente, por el interior puede medir entre 8 y 12 centímetros de largo y 6 centímetros de ancho), llegando a ser siete veces mayor después de la menopausia que al nacer.
5. Reconstrucción perineal. Un parto difícil o algún tipo de traumatismo pueden causar una elongación o contracción de la zona perineal.
6. Estrechamiento vaginal sin cirugía. Como en la zona perineal, el canal vaginal puede verse ensanchado a causa del parto. Para evitar entrar el quirófano, puede estrecharse este canal mediante rellenos bio absorbibles.
7. Toxina botulínica en el tratamiento del vaginismo. Los músculos perivaginales durante la penetración pueden contraerse de manera involuntaria (lo que denominamos vaginismo). La toxina botulínica actúa como un relajante muscular en la zona, aunque también hay un componente psicológico a tener en cuenta.
8. Himenoplastia. La reconstrucción del himen. Suele deberse a causas religiosas y/o culturales.
Fuente: consalud.es