La operación de aumento de pecho es actualmente la intervención de cirugía estética más demandada. Para lo cual se utilizan implantes de silicona. Una operación que, en la mayor parte de los casos, está destinada a mejorar la autoestima de las pacientes y aumentar su nivel de confianza en sí mismas.
La cuestión es que, cuando muchas mujeres deciden someterse a este tipo de operación, se preguntan si los implantes de silicona actuales son seguros.
Lo cierto es que, según los cirujanos expertos, los implantes actuales son muy seguros, ya que los fabricantes deben incorporar una ficha de referencia en el Registro Nacional de Implantes, que hasta hace unos años no existía. De esta forma, cada doctor tendrá acceso a los datos de los pacientes y la administración podrá disponer de ellos para distintos estudios, tanto estadísticos como epidemiológicos. Llevando a cabo un seguimiento de lo que se hace en Europa.
Además, poco a poco se han ido solventando los problemas que presentaban las anteriores prótesis mamarias, consiguiendo una mejora considerable de la calidad. Hoy en día, la silicona de los implantes no es líquida, lo que evita muchas complicaciones.
Eso sí, al igual que con el resto de prótesis y medicamentos que existen no están exentos de complicaciones, sino que siempre pueden darse reacciones adversas.
¿Puede un aumento de pecho mejorar la autoestima de una mujer?
Aunque no es igual en todos los casos, algunas veces ayuda, sobre todo cuando se trata de un problema físico focalizado que es el que causa la inseguridad en la persona. No obstante, no es la solución cuando el paciente sufre problemas de autoestima muy graves. Por ejemplo, cuando una mujer ha sido madre y su pecho ha quedado caído, puede sentir cierta vergüenza al mostrarse desnuda y esto puede solucionarse con una operación. Pero no es así cuando una persona acude a la clínica porque está obsesionada con su aspecto, ya que siempre encontrará algo nuevo que no le gusta.
¿Todas las mujeres pueden operarse?
Sí. Aunque es cierto que hay veces en los que los médicos deben establecer limitaciones o directamente recomendar no someterse a la operación. Es el caso, por ejemplo, de mujeres que llegan solicitando un pecho excesivamente grande.
Fuente: todoestetica.com