
Siempre que se mencionan las operaciones de pecho, por lo general, se nos vienen a la cabeza el aumento y la recolocación de senos en mujeres. Sin embargo, este tipo de intervenciones pueden ser muy variadas y no tienen porq ué ser exclusivas de las mujeres, sino que también los hombres pueden hace retoques en esta zona de su cuerpo.
Según un reciente estudio llevado a cabo por la Sociedad Española de Cirugía Plástica, reparadora y Estética, el 40% de los hombres no está satisfecho con su pecho y que muchos de ellos deciden pasar por el quirófano para solucionarlo, la mayor parte de las veces para reducir el tamaño. En la última década esta última operación se ha incrementado en un 30% y las búsquedas mensuales que se realizan en Internet relacionadas con la ginecomastia superan las 8.000. Este tipo de patología se debe a un desequilibrio hormonal entre estrógenos y andrógenos, pero también puede estar relacionada con causas hereditarias, por la ingesta de algún medicamento en concreto o por un tumor.
- Ginecomastia fisiológica o puberal: se produce antes del nacimiento o por cambios hormonales durante la pubertad. A excepción de casos puntuales, no es necesario tratamiento.
- Ginecomastia idiopática: se produce cuando no existe una razón obvia para ello.
- Ginecomastia patológica: tiene que ver con alteraciones metabólicas, un déficit de testosterona, trastornos sistemáticos, tumores testiculares o la ingesta de ciertas drogas o fármacos.
En la actualidad entre el 40 y el 60% de los hombres en España tienen las mamas de mayor tamaño de lo habitual, lo que puede afectar en gran medida a nivel psicológico, causando trastornos más graves para aquellos que solamente desarrollan uno de los pechos, lo que es síntoma evidente de una malformación.
Para corregir este tipo de problemas, el hombre puede someterse a una ginecomastica que consiste en realizar una incisión en la zona baja del pecho y retirar la grasa acumulada y la glándula mamara. De esta forma, es posible reducir el volumen y mejorar una forma poco usual. la mayor ventaja es que se trata de una operación mínimamente invasiva, por lo que más de la mitad de los hombres que la sufren, deciden operarse. De hecho, se trata de la operación de cirugía correctora más demandada entre los hombres en España.